Llegamos hasta Esfinge Escape Room buscando una sala diferente en cuanto a retos se refiere. En esta ocasión, hablamos de una sala de la que sabemos que no tiene un gran tamaño pero que sus enigmas van un paso más allá en cuanto a nivel de dificultad: se trata de Casa del Relojero.
En el momento en el que hacemos la reserva en la web, podemos leer que se recomienda un equipo de al menos 3 jugadores puesto que, como hemos dicho antes, los enigmas van un paso más allá. Pero enseguida nos contestan que, habiendo superado las 100 salas, puede suponer todo un reto para nosotros. También nos enseñan la misión: «Habéis sido convocados para acudir a la casa de campo del Profesor Arquímedes Smith, también conocido como El Relojero por su notoriedad en el diseño de autómatas y mecanismos para toda suerte de aplicaciones. Como admiradores del trabajo del Profesor Smith, también sabéis que de él se dice que es bastante maniático e incluso paranoico y de hecho ya hace tiempo que desapareció de la escena pública. La invitación especifica que el guardián de la finca os esperará a la hora convenida en la entrada y que además os tiene que entregar algo… ¿Aceptáis la invitación?». Por supuesto que sí. Y en cuanto llegamos al lugar nos recibe dicho guardián, que no es otro que Vidal, nuestro Game Máster. Tras ahondar un poco más en la historia y entregarnos un par de elementos que nos ayudarán en nuestra misión, cruzamos las puertas de esta misteriosa casa.
En cuanto ponemos un pie dentro de la casa de El Relojero, nos fijamos que, efectivamente, el tiempo es algo que le obsesiona de forma curiosa puesto que podemos ver bastantes cosas relacionadas con él, y no solo hablamos de esos elementos que seguro ya os estáis imaginando, sino también de cualquier cosa que pueda tener algo que ver con el tiempo y lo que conlleva. Aunque también nos parece que esta primera sala en la que nos encontramos tiene una ambientación algo sencilla cuando nos esperábamos encontrar con algo más impactante teniendo en cuenta que el tiempo siempre es un tema interesante y que nos comentaban en el resumen de la sala que El Relojero era un importante «diseñador de autómatas y mecanismos». También nos encontramos los primeros candados y observamos algún que otro elemento tecnológico que tendremos que analizar.
Con respecto a los puzzles que te encontrarás dentro, creemos que en Casa del Relojero han ido un paso más allá de lo normal, haciendo que esta sala se componga de un conjunto de enigmas un poco más enrevesados que de costumbre, algo que nos impactó durante los primeros minutos hasta más o menos la mitad de la partida, cuando pudimos comprender bien cuál es la manera de pensar que tenía el Profesor Smith, y que en efecto es un tipo bastante maniático y paranoico tras analizar los apuros en los que nos puso.
Durante los 70 minutos que durará la experiencia, tendréis que abrir distintos tipos de candados y activar alguna serie de mecanismos después de resolver puzzles matemáticos, lógicos, de observación, de relación de ideas, algún puzzle clásico… y como hemos dicho ya, de un nivel de complejidad algo superior. También tendrás que poner a punto tu sentido del rastreo para encontrar algún elemento que quizá necesites analizar y que puede que esté muy bien escondido. Quizá los puzzles más enrevesados hacen que se pierda algo de fluidez en la partida, sobre todo en los momentos iniciales, hasta que te haces con la sala, pero en esta ocasión no afectará al buen sabor de boca que te queda después de resolver todos los juegos de una partida tan complicada. Lo único que pudo chirriarnos fue la última habitación, en la que nos encontramos con un elemento del que no sabemos todavía la relación que guarda con la historia de El Relojero.
Tras resolver los puzzles que encontrarás en la Casa del Relojero, tendrás que utilizar la información que has ido descubriendo y utilizar uno de esos dos elementos que te entregan en la entrada al juego para resolver un último enigma final de mayor complejidad para conseguir escapar de la habitación antes de que el tiempo se consuma. Un enigma final en el que nos vimos mucho más resolutivos que en el resto de la partida y, es que en este punto del juego, ya nos habíamos acostumbrado a lidiar con las artimañas de El Relojero.
Tras haber conseguido obtener la información que nos solicitaron, conseguimos abandonar la Casa del Relojero habiendo consumido 64:56 minutos del tiempo disponible para la misión. Al final, pudimos charlar con Vidal sobre los juegos, sobre su otra sala y, antes de hacernos la foto de grupo, poner en común alguno de los puntos de la partida con el otro compañero de equipo, puesto que tuvimos que dividirnos muy bien el trabajo para salir airosos de la misión, teniendo en cuenta además que solo éramos dos jugadores, Alberto y yo.
Como principal punto a destacar tenemos la sorpresa que nos llevamos al encontrarnos una sala más clásica pero con una vuelta más de tuerca. Aunque pudiera parecer que iba a ser una sala sencilla, nos sorprendió para bien que no lo fuera. Por supuesto, la amabilidad de Vidal durante toda nuestra estancia y su forma de darnos las pistas, sin que en ningún momento supusieran la resolución del juego.
Como puntos a mejorar encontramos adaptar algún elemento del juego muy actual a la ambientación en la que te encuentras. También nos chirrió que uno de los elementos que hacía referencia a uno de los candados no se encontrara en el lugar donde se hallaba ese candado. Pero creemos que habrá un porqué aunque no lo sepamos, puesto que en este juego nada se ha dejado al azar.
Un consejo para todos: leed bien las instrucciones que encontraréis al inicio de la partida puesto que serán clave para salir airosos de la misión, y fijaos bien en que la sala también está disponible para ser jugada en inglés. No dejéis que los enigmas que están en otro idioma os hagan un embrollo mayor de lo que ya es esta sala por sí misma. Finalizamos recomendando esta sala a grupos de jugadores expertos. Aunque sea una sala más clásica que pueda llamar la atención de los más novatos, creemos que es difícil que grupos que hagan su primera Escape salgan victoriosos de la misma. Tampoco creemos que, aunque sea un juego de un nivel superior, se necesite un número grande de jugadores, puesto que el tamaño de la sala no es muy destacable.
Colocamos esta sala en la sección «Tienes que jugarlas» porque la consideramos todo un reto para esos escapistas que quieran salir de su zona de confort y que ya estén acostumbrados a muchos de los enigmas que habitualmente podamos encontrarnos en otros juegos. Un paso adelante más para descubrir otra forma de resolver misterios.
Finalizamos con la foto recuerdo que nos hizo Vidal tras finalizar nuestra misión. En Esfinge tienen otro juego más que también nos llama la atención: El camerino. Una sala que hemos prometido jugar en nuestra próxima visita; su primera sala que, según nos comentó, es una historia que da pie a la partida que acabamos de jugar. No sabemos por qué, pero siempre acabamos haciendo todas las salas al revés de como fueron diseñadas. Creemos que si su otro juego mantiene el nivel de Casa del Relojero estará también entre nuestras salas más jugables de Madrid.
La Habitación de Daniel 